Realismo mágico

 

 

El realismo mágico es un movimiento literario que surge propiamente en América Latina producto de las influencias de numerosos intelectuales europeos que migraron o sufrieron el exilio.  Entre 1940 y 1950 este movimiento alcanza su apogeo (Castro, 2018).  Sus producciones literarias van incorporando temas urbanos y nuevas técnicas estructurales.

La compleja situación de América Latina, distinta a la europea, genera una nueva manera de interpretar la realidad y de elaborar las producciones literarias.  América Latina presenta una naturaleza espectacular, salvaje y grandiosa.  En el nivel político hay estados débiles sometidos a la colonización extranjera que oscilan entre la dictadura y la revolución.  Se evidencia una desigualdad económica con contrastes impresionantes entre grupos oligárquicos y las mayorías empobrecidas.  Además, América Latina se configura desde la diversidad de razas, la pluralidad de culturas y el mestizaje.  Todos estos elementos intervienen en la configuración de las producciones literarias pertenecientes a este movimiento.

         El realismo mágico opta por una representación compleja del mundo donde se integran lo racional, lo onírico y lo fantástico.  En su estilo artístico se busca la reproducción de la realidad con objetividad, lo cual incorpora desde los aspectos más sublimes hasta los más vulgares.  Algunos de los temas más comunes del realismo mágico son la pobreza, el racismo, el sexo, la enfermedad, los prejuicios, la prostitución, la suciedad y la muerte dramática.

En las propuestas literarias de este movimiento, los mitos están enmarcados en un contexto realista, en el cual confluyen elementos sobrenaturales, míticos y de la creencia popular.  No se trata de presentar la magia como que fuera real sino de presentar la realidad como si fuera mágica (Vega, 2018, p. 132).

Vega (2018) enumera las siguientes características del realismo mágico:

Funde la realidad narrativa con lo fantástico, con elementos mágicos que los personajes consideran normales, que no se explican pues son asumidos como creíbles por la fe: clarividencia, levitación, vidas largas al estilo bíblico, milagros, enfermedades, mitad imaginarias exageradas hiperbólicamente.  Todo esto representa parte de la magia (p. 132).

Castro (2018) destaca las siguientes características del realismo mágico: el retrato de elementos fantásticos en un tono realista; la revelación de lo mágico en la configuración del mundo real; la retención deliberada de información y explicaciones por parte del narrador; el abordaje de lo fantástico con normalidad por parte del narrador; el empleo de los planos híbridos de la realidad para entrecruzar lo urbano con lo rural y lo indígena con lo occidental; el involucramiento del lector en cuestiones políticas y sociales desde la metaficción de la realidad; y la construcción de una mayor conciencia del misterio desde la superación de lo convencional para descubrir lo oculto por parte del lector.

          Otras de las características de este movimiento literario son la presentación de argumentos carentes de singularidad; la incorporación de personajes vulgares, grises e insertos en la cotidianidad; el inicio del tiempo desde la mitad de la historia; la construcción de espacios verosímiles y descritos con acumulación de detalles; el empleo del narrador omnisciente y la reproducción en el lenguaje del habla coloquial.

          Este movimiento literario se convierte en una oportunidad para criticar regímenes políticos por medio del simbolismo, esto le permite asumir diversas denuncias ante las situaciones dictatoriales de América Latina.  “El realismo mágico es un estilo robusto, lleno de simbolismo y pensamientos de los autores sobre el clima político, las voces marginalizadas, y sus propias filosofías.  Es un marcador importante de la historia de Latinoamérica” (Bogdanovic, 2019, p. 5).

          Algunos autores sobresalientes de este movimiento literario son Jorge Luis Borges (argentino), Miguel Ángel Asturias (guatemalteco), Alejo Carpentier (cubano), Horacio Quiroga (uruguayo), Juan Rulfo (mexicano), Julio Cortázar (argentino), Gabriel García Márquez (colombiano), Isabel Allende (chilena), Carlos Fuentes (mexicano) y Laura Esquivel (mexicana).  Dentro de las obras paradigmáticas del realismo mágico se destacan El Aleph, de Jorge Luis Borges; El señor Presidente, de Miguel Ángel Asturias; Pedro Páramo, de Juan Rulfo; y Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

 Referencia

·        Villalobos, G. (2021). El relato picaresco como estrategia pedagógica de lectura para estudiantes de secundaria desde el análisis de Eva Luna, de Isabel Allende (Tesis de licenciatura). Universidad Americana. San José.


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