Sófocles
Sófocles |
Sófocles nació en Colono, cerca de Atenas en el año 496 a.C. Su padre Sofilo ganó en su negocio de armas una fortuna considerable, así pudo brindarle a su hijo una educación buena y diversa.
Sófocles
es presentado como un joven afable, de singular hermosura y grandes
cualidades. Era atleta, músico y
deportista.
Fue
funcionario civil, oficial del ejército y diplomático, cargo que ejerció bajo
el reinado de Pericles. Bowra (1948)
apunta sobre Sófocles lo siguiente:
En su vida y
su obra, ha venido a ser un símbolo de la era de Pericles, y en muchos sentidos
la representa legítimamente. Hombre de
opiniones moderadas, respetuoso de la religión y la moral, vivió en armonía con
su época, amigo de los poderosos y respetado por todos. Pero, además, era un poeta, un continuador de
Esquilo, en cuanto representaba en el teatro los extremos de las relaciones
entre el hombre y los dioses (p. 74).
Sófocles
presenta la más elevada cumbre de la tragedia griega. A la edad de 28 años
obtuvo su primer triunfo en el concurso de tragedias propio de las festividades en honor del dios Dionisio , derrotando incluso al gran Esquilo.
Sófocles
aumenta los personajes principales de dos que mantenían los textos de Esquilo,
a tres y posteriormente a cuatro. En sus
obras, el coro pasa a un segundo lugar y tiene la función de brindar
explicaciones adicionales. Sin embargo,
en sus obras el coro presenta mucho lirismo.
Para
Sófocles, la acción trágica implica tanto la soberanía del destino como la
participación activa del hombre en el cumplimiento de la justicia cósmica. La resignación debe transformarse en
conciencia del dolor, a través del cual se llega a la visión trágica. Sin embargo, lo que la tragedia predica no es
una resignación inconsciente, sino una voluntaria aceptación del destino. Tanto Esquilo como Sófocles afirman que el
destino es la expresión de la legalidad inmanente de las cosas, y ambas
insertan al hombre y su conciencia dentro de esa ley universal (Teresa y
Prieto, 2010, p. 62).
Los
personajes de Sófocles se presentan de una forma detallada y con procesos de
sus desarrollos internos. Mantiene una
igualdad perfecta entre el alma y el cuerpo.
Teresa y Prieto (2010) afirman que:
Sófocles
acentúa el carácter “redentor” de la conciencia, a la que concibe como la
intuición de las fuerzas que rigen el cosmos.
Insiste en afirmar que el hombre es algo más que un instrumento en las
manos de los dioses, en esto reside, precisamente, el conflicto trágico. Si el hombre no fuese culpable, el destino no
lo destrozaría; pero esa culpa no envilece, sino engrandece a Prometeo,
Antígona y Edipo. Por ellos y en ellos
se manifiestan las posibilidades del ser y su victoria sobre el caos. La conciencia del destino es lo único que
puede librarnos de su peso atroz y dejarnos vislumbrar la armonía universal (p.
62).
Las siete tragedias que se conservan de Sófocles |
Murió
en el año 406 a.C.
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