De barro estamos hechos.

De barro estamos hechos

Un cuento hispanoamericano de Isabel Allende

    
     Una de mis autoras preferidas en las letras latinoamericanas es Isabel Allende.  Su producción narrativa es bastante fecunda, tanto en los géneros de novela como de cuento.  Ella es una buena representante del Postboom latinoamericano.  Este movimiento involucra características del Realismo mágico con elementos postmodernistas.  La combinación de estas tendencias logra producciones literarias interesantes, intensas y conmovedoras.  Por otro lado, sus obras requieren de un lector activo que va descifrando sus tramas.

 
 Isabel Allende (1942) es chilena nacida en Perú, donde su padre se encontraba destinado como diplomático.  Su vida ha estado ligada a diferentes países tanto por las responsabilidades diplomáticas de su padre como por la situación política de su país.  Estudió y ejerció como periodista e hizo cine y televisión.  En 1973 se exilió en Venezuela debido al Golpe Militar que acabó con la vida de Salvador Allende, su tío y Presidente de Chile.  

     Su producción literaria es bastante prolija: La casa de los espíritus (1982), De amor y de sombra (1984), Eva Luna (1987), Cuentos de Eva Luna (1989), El plan infinito (1991), Paula (1994), Afrodita (1997), Hija de la fortuna (1998), Retrato en sepia (2000), La ciudad de las bestias (2002), Mi país inventado (2003), El reino del dragón de oro (2003), El bosque de los pigmeos (2004), El Zorro: comienza la leyenda (2005), Inés del alma mía (2006), La suma de los días (2007), La isla bajo el mar (2009), El cuaderno de Maya (2011), El juego de Ripper (2014), El amante japonés (2015), Más allá del invierno (2017) y Largo pétalo de mar (2019).

     En esta oportunidad analizo algunos elementos de su cuento titulado De barro estamos hechos.  Este tiene como intertexto histórico el alud que sepultó al pueblo de Armero en Colombia tras la erupción del volcán Nevado en 1985.

     De barro estamos hechos es parte de la colección de cuentos titulada Cuentos de Eva Luna.  El cuento presenta una vivencia de un periodista llamado Rolf Carlé.

Argumento

     Rolf Carlé es un periodista que llega a cubrir la noticia de un alud que ha sepultado a todo un pueblo.  En su cobertura televisiva se encuentra con una niña llamada Azucena que ha quedado sepultada en este desastre natural.  Ella se convertirá en un símbolo de esta catástrofe.  El encuentro de Rolf Carlé y Azucena provocará transformaciones en ambos.  A pesar de organizar toda una campaña de rescate para Azucena, ella muere acompañada por periodistas, autoridades y teleaudiencia.

Tema central

     El uso macabro de los medios de comunicación social.  El cuento evidencia la manera en que los medios de comunicación social cumplen la misión de informar, pero lo hacen desde la generación del sensacionalismo como forma de capar el interés y mantener una buena audiencia.  De hecho, el lector se indispone ante las toneladas de equipo televisivo que son trasladados al lugar de la catástrofe frente a los inconvenientes para la llegada de una bomba de agua que ayude en el rescate de Azucena.

Temas secundarios

Las catástrofes naturales

     Desde los primeros párrafos del cuento queda aclarado que la tragedia acontecida aunque se trata de un desastre provocado por la naturaleza, era algo anunciado: "Los geólogos habían instalado sus máquinas de medir con semanas de anticipación y ya sabían que la montaña había despertado otra vez.  Desde hacía mucho pronosticaban que el calor de la erupción podía desprender los hielos eternos de las laderas del volcán, pero nadie hizo caso de esas advertencias, por sonaban a cuento de viejas".

    Si bien es cierto se trata de un desastre natural, sus alcances pueden ser mitigados por acciones preventivas que en muchas oportunidades son obviadas por falta de interés de las autoridades y por las limitaciones económicas y culturales de las poblaciones.  

El verdadero desinterés del sufrimiento de los pobres

     El cuento desenmascara los verdaderos intereses y motivaciones de algunos de los actores sociales.  Si bien es cierto que todo el mundo lamenta la situación desastrosa presentada en el cuento y se solidariza con el dolor de Azucena, son muy pocos los que realmente se apuntan en la búsqueda de las necesarias soluciones a su situación.  La amiga de Rolf Carlé lidera diferentes esfuerzos para conseguir la bomba de agua; sin embargo, se encuentra con dificultades administrativas y logísticas.

     Las autoridades políticas y religiosas organizan diferentes eventos con miras a manifestar su solidaridad pública e interés ante la situación; pero realmente sus acciones no contribuyen en la búsqueda de soluciones sino que finalmente se convierten en un símbolo de supuesta solidaridad, pero no en una solución.

Personajes

Rolf Carlé

    Es el personaje protagonista del cuento.  Es un reportero de amplia trayectoria.  Llega a cubrir esta noticia y se encuentra con Azucena.  Este encuentro le transforma la vida porque la relaciona con su propia hermana y sus diálogos le provocan un viaje a su historia personal y a sus sentimientos más ocultos.  Después de la muerte de Azucena, su vida profesional cambia y no encuentra un sentido para seguir adelante posiblemente por el manejo de la culpa ante lo sucedido con ella: "Estás de vuelta conmigo, pero ya no eres el mismo hombre.  A menudo te acompaño al Canal y vemos de nuevo los videos de Azucena, los estudias con atención, buscando algo que pudiste haber hecho para salvarla y no se te ocurrió a tiempo".

Azucena

     Es una inocente niña que ha sido víctima del alud que afectó a su pueblo.  Ella ha quedado sepultado del cuello para abajo en un lodazal de muerte y destrucción.  No logra salir del lodo pues está atascada entre diferentes materiales y posiblemente entre cadáveres de su familia.  Vive una situación de agonía y esperanza.  Sin embargo, esta última va disminuyendo y muere.  Su agonía y muerte se convierte en noticia y genera mucha audiencia televisiva.

La amiga de Rolf Carlé

     Es la narradora de la historia.  Vive una situación afectiva profunda con Rolf Carlé.  El cuento no menciona que sean esposos; pero sí deja abierta la posibilidad de que sean una pareja de convivencia estable.  Ella se conecta con la historia de Rolf desde la pantalla televisiva.  Descubre que la vivencia de su amigo es profunda ante la situación que reporta.  Su solidaridad es efectiva, pues establece diferentes contactos con miras a buscar soluciones: "Para entonces, yo había conseguido una bomba y estaba en contacto con un general dispuesto a enviarla en la madrugada del día siguiente en un avión militar".

Katharina

    Es la hermana de Rolf Carlé.  Fue víctima de maltratos por parte de su padre debido a su retardo mental:  "Una dulce criatura retardada que pasó la existencia escondida con la esperanza de que el padre olvidara la desgracia de su nacimiento".  Rolf Carlé la relaciona con Azucena, por eso este encuentro se transforma en una experiencia de interiorización del pasado y los propios sentimientos.

Narrador

    El cuento presenta un narrador testigo, se trata de la amiga de Rolf Carlé.  Su nombre no aparece en el relato.  Ella cuenta su punto de vista de la situación desde su posición frente a la pantalla del televisor.  Sin embargo, al conocer profundamente al reportero tiene la capacidad de descifrar algunos de sus vivencias.  Además, asume una posición activa al involucrarse en la búsqueda de soluciones debido a la solidaridad con Azucena pero también con los sentimientos de su amigo.

    Aunque el narrador testigo es el que predomina, en algunos momentos del relato este le permite la participación del narrador omnisciente, especialmente para narrar las vivencias íntimas que experimenta el reportero Carlé.

Comentario

    Uno de los recursos que utiliza Allende en este cuento es la incorporación del lector activo.  La historia es presentada de tal forma que el lector se involucra en los acontecimientos, va descifrando los sucesos y estableciendo sus propias condiciones.  Esto provoca que la narración sea sumamente interesante; además, genera sensibilidad en el lector.  Este desea que Azucena sea rescatada y el final del cuento sea esperanzador; sin embargo, se va encontrando con diversidad de obstáculos que desembocan en el trágico y realista final.

 
 El paratexto del título resulta hasta cierto punto un distractor pero se justifica desde el análisis del contenido del cuento.  El símbolo del alfarero tiene connotaciones religiosas y humanísticas, se trata del reconocimiento de la fragilidad y de la obra creadora.  En el cuento De barro estamos hechos el lodazal es un espacio físico de muerte, destrucción y dolor; sin embargo, también es un símbolo de la nueva humanidad que brota desde los sentimientos y compromisos solidarios.  El barro evoca un momento creacional, un momento de inicio y definición de proyectos.  En el barro se soluciona la vida de Azucena, en la experiencia de la muerte trágica que paulatinamente es asumida; al mismo tiempo, se define el nuevo proyecto de Carlé, un proyecto en pausa y en búsqueda de un nuevo sentido.  La fragilidad que proyecta el barro es también la vulnerabilidad de los humanos que peregrinan entre el lodazal.

    

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